Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
  
  
 
  
Cátedra de 
  Estudios 
  sobre la 
  Escuela 
  Segoviana y 
  la Renovación 
  Pedagógica
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Díptico de 
  la 
  Exposición
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
A
  lo
  largo
  del
  siglo
  XIX
  se
  desarrolló
  en
  Europa
  el 
  movimiento
  higienista
  con
  el
  fin
  de
  combatir
  las
  altas 
  tasas
  de
  mortalidad,
  que
  afectaban
  especialmente
  a
  la 
  población
  infantil,
  en
  un
  marco
  social
  con
  pésimas 
  condiciones
  de
  vida,
  pobreza
  y
  desnutrición,
  caldo
  de 
  cultivo
  de
  la
  propagación
  de
  enfermedades
  y 
  epidemias.
  Esta
  lamentable
  situación
  conmovió
  a 
  algunos
  estudiosos
  que,
  ya
  desde
  1801,
  dejaron 
  constancia
  de
  su
  preocupación
  en
  numerosas 
  publicaciones,
  de
  entre
  las
  que
  cabe
  destacar
  el 
  tratado
  de
  Felipe
  Monlau,
  Elementos
  de
  higiene
  pública 
  (1847),
  la
  cual
  define
  como
  “la
  conservación
  de
  la
  salud 
  de
  las
  colecciones
  de
  individuos
  y
  de
  los
  pueblos”,
  pero 
  afirmando
  que
  son
  los
  poderes
  públicos
  a
  quienes 
  corresponde
  velar
  por
  su
  desarrollo,
  si
  bien
  dejaba
  en 
  manos
  de
  padres
  y
  maestros
  la
  denominada
  higiene 
  privada.
  La
  implantación
  de
  los
  elementos
  de
  higiene 
  debía
  estar
  complementada
  con
  el
  ejercicio
  físico
  y
  el 
  descanso.
  Este
  movimiento
  en
  defensa
  de
  la
  higiene
  fue 
  pronto
  trasladado
  al
  ámbito
  de
  la
  escuela
  y
  la 
  educación.
  De
  entre
  los
  muchos
  textos
  que
  aparecieron 
  durante
  el
  siglo
  XIX
  y
  principios
  del
  XX
  cabe
  espigar
  el 
 
 
  
planteamiento
  pedagógico
  que
  Pedro
  de
  Alcántara 
  recoge
  en
  su
  Manual
  de
  educación
  de
  párvulos
  (1913), 
  donde
  al
  tratar
  de
  la
  higiene
  escolar
  destacaba 
  aspectos
  relativos
  al
  mobiliario
  escolar,
  al
  material
  de 
  uso
  por
  los
  escolares
  y
  a
  los
  locales
  donde
  estaba 
  ubicada
  la
  escuela,
  lo
  que
  más
  tarde
  se
  dará
  en
  llamar 
  el higienismo arquitectónico.
 
  
 
  
Muñoz
  Pradas,
  F.:
  “Geografía
  de
  la
  mortalidad
  española
  del
  siglo
  XIX:
  una 
  exploración de sus factores determinantes”, Boletín de la AGE, 40 2005
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
 
  
Las
  colonias
  escolares
  constituyen
  un
  modelo
  de 
  educación
  sana
  y
  lúdica
  que
  pretendía
  compensar
  las 
  carencias
  de
  los
  niños
  en
  su
  vida
  cotidiana.
  Se
  enmarcan 
  en
  las
  medidas
  institucionales
  adoptadas
  para
  proteger
  al 
  niño
  y
  a
  la
  escuela,
  bien
  es
  verdad
  que
  su 
  institucionalización
  estaba
  enfocada
  a
  procurar
  la
  salud 
  física
  de
  los
  escolares,
  especialmente
  en
  el
  ámbito
  de
  la 
  alimentación
  y
  vestido
  de
  los
  más
  vulnerables.
  Suponían 
  proporcionar
  a
  los
  escolares
  la
  oportunidad
  de
  disfrutar, 
  durante
  las
  vacaciones
  de
  verano,
  del
  aire
  y
  el
  sol,
  lejos
  de 
  las
  ciudades
  y
  de
  las
  deficientes
  condiciones
  sanitarias
  de 
  muchas viviendas familiares.
 
 
  
Sus
  inicios
  se
  remontan
  al
  siglo
  XIX,
  en
  la 
  localidad
  suiza
  de
  Zurich
  (1876),
  ciudad
  en
  la
  que
  un 
  grupo
  de
  niños
  pobres
  y
  débiles
  fueron
  enviados 
  durante
  algunas
  semanas
  fuera
  de
  la
  ciudad
  para 
  beneficiarse
  del
  aire
  puro
  de
  la
  montaña.
  Pronto
  esta 
  experiencia
  se
  extendió
  por
  otras
  ciudades
  europeas, 
  llegando
  a
  España
  de
  la
  mano
  de
  M.
  Bartolomé
  Cossío, 
  quien
  organizó
  la
  primera
  expedición
  con
  niños
  y
  niñas 
  de
  Madrid
  que
  se
  desplazaron
  a
  San
  Vicente
  de
  la 
  Barquera
  (1887).
  En
  los
  años
  siguientes
  la
  experiencia 
  se
  extenderá
  a
  otras
  ciudades
  españolas
  con
  el
  fin
  de 
  establecer colonias de vacaciones.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
En
  los
  años
  finiseculares
  la
  situación
  de
  la 
  ciudad
  de
  Segovia
  era
  problemática
  en
  cuanto
  a 
  las
  condiciones
  higiénicas
  y
  sanitarias
  y
  es
  un 
  hecho
  que
  las
  condiciones
  de
  la
  misma
  no 
  pasaban
  desapercibidas
  a
  la
  prensa
  y
  las 
  instituciones.
  La
  preocupación
  por
  esta
  situación 
  se
  concretó
  en
  1895,
  desde
  las
  instituciones 
  académicas
  y
  desde
  personas
  particulares,
  en
  la 
  creación
  de
  una
  Junta
  Organizadora
  y
  una 
  Comisión
  que
  dirigieron
  sus
  preocupaciones
  a
  las 
  entidades
  locales
  de
  la
  ciudad
  y
  provincia.
  Pero 
  este
  primer
  intento
  de
  organizar
  una
  colonia 
  escolar murió antes de ni siquiera proyectarse.
 
 
  
Memoria de la primera Colonia
  Escolar de Madrid en 1887
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
 
  
En
  Segovia,
  las
  primeras
  colonias
  escolares
  se 
  llevaron
  a
  cabo
  en
  las
  vacaciones
  de
  1899
  y
  se 
  establecieron
  en
  San
  Rafael
  (sección
  carpetana)
  y
  San 
  Vicente de la Barquera (sección marítima). Fueron muchos 
  los
  colonos
  seleccionados,
  previo
  reconocimiento
  médico, 
  que
  se
  llevaba
  a
  cabo
  en
  el
  Balneario
  Segoviano
  -en
  la 
  década
  de
  los
  veinte
  la
  revisión
  médica
  se
  hizo
  en
  el 
  Hospital
  de
  la
  Misericordia,
  supervisada
  por
  Leopoldo 
  Moreno-,
  bien
  es
  verdad
  que
  algunos
  no
  lo
  fueron 
  atendiendo
  a
  su
  buen
  estado
  de
  salud,
  por
  padecer
  alguna 
  enfermedad
  o
  no
  estar
  vacunados.
  Algunos
  de
  los
  colonos 
  procedían
  de
  los
  Establecimientos
  Provinciales
  de 
  Beneficencia,
  que
  en
  esta
  ocasión
  no
  pudieron
  asistir
  por 
  una epidemia de sarampión.
 
  
 
  
Imagen
  publicitaria
  del
  Balneario
  Segoviano
  (Casa
  de
  Baños),
  propiedad 
  de
  Antonio
  Sancho,
  en
  cuyas
  instalaciones
  se
  llevaba
  a
  cabo
  el 
  reconocimiento médico de los colonos (AMSg. 981-52)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Félix
  Gila,
  que
  había
  sido
  el
  promotor
  de
  la 
  fallida
  colonia
  de
  1895,
  fue
  quien
  decidió
  de
  nuevo 
  llevar
  a
  cabo
  la
  idea,
  que
  se
  financió
  mediante 
  suscripción
  popular,
  además
  de
  por
  el
  Ministerio
  de 
  Fomento,
  el
  Ayuntamiento
  y
  la
  Diputación
  segoviana. 
  En
  este
  caso
  se
  establecieron
  dos
  colonias
  distintas: 
  una
  en
  una
  casa
  cercana
  a
  la
  Fonda
  de
  San
  Rafael, 
  con
  niños
  sanos
  pero
  débiles,
  y
  otra
  en
  San
  Vicente
  de 
  la
  Barquera,
  para
  niños
  enfermos.
  Hay
  que
  reseñar 
  que
  los
  colonos
  seleccionados
  solo
  fueron
  niños,
  a 
  pesar
  de
  que
  la
  Circular
  de
  15
  de
  febrero
  de
  1894
  de 
  la
  Dirección
  General
  de
  Instrucción
  pública
  recogía 
  los beneficios de las colonias mixtas.
  El
  equipamiento
  de
  la
  colonia
  consistía
  en
  todo
  lo 
  relacionado
  con
  la
  manutención,
  limpieza
  y
  aseo, 
  viaje,
  ropa
  de
  cama.
  Los
  colonos,
  por
  su
  parte, 
  aportaban
  un
  talego
  con
  su
  ropa
  y
  calzado,
  material 
  que
  financiaba
  la
  comisión
  organizadora
  en
  caso
  de 
  penuria económica de las familias de los colonos.
 
  
 
  
Hospital de la Misericordia, ca. 1920
  (ADPSg. Archivo fotográfico)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
A
  pesar
  de
  contar
  con
  remanentes
  de
  la
  colonia 
  de
  1899,
  los
  escolares
  segovianos
  no
  pudieron
  realizar 
  el
  viaje
  de
  vacaciones
  en
  1900
  por
  causas
  ajenas
  a
  la 
  Junta
  Organizadora.
  Sí
  llegó
  a
  realizarse,
  sin
  embargo, 
  en
  1901,
  con
  colonos
  que
  fueran
  niños
  pobres,
  de
  entre 
  10
  y
  13
  años,
  que
  estuvieran
  vacunados
  y
  no 
  padecieran
  enfermedades
  infecciosas.
  Por
  primera 
  vez
  se
  convocaba
  a
  los
  niños
  de
  familias
  acomodadas, 
  según
  recogía
  la
  Circular
  de
  febrero
  de
  1894,
  aunque 
  estas
  debían
  abonar
  los
  gastos
  ocasionados
  por
  la 
  estancia.
  Algunos
  de
  ellos
  repitieron
  experiencia, 
  siempreque
  se
  englobaran
  en
  el
  grupo
  de
  los
  más 
  necesitados,
  un
  criterio
  que
  ya
  se
  había
  empleado
  en 
  otros
  lugares.
  De
  entre
  ellos,
  destacamos
  la
  presencia 
  del
  niño
  Norberto
  Cerezo
  Marinero,
  destacado 
  maestro segoviano del primer tercio del siglo XX.
  Como
  ocurrió
  en
  1899,
  la
  colonia
  se
  financió
  con 
  fondos
  procedentes
  de
  donativos
  y
  de
  las 
 
 
  
subvenciones
  otorgadas
  por
  el
  Ayuntamiento
  y
  la 
  Diputación segoviana.
  La
  vida
  de
  los
  colonos
  en
  San
  Vicente
  de
  la 
  Barquera
  se
  iniciaba
  a
  las
  6:30
  de
  la
  mañana
  con
  el 
  aseo
  personal,
  el
  arreglo
  de
  la
  cama
  y
  el
  desayuno, 
  tras
  el
  cual
  disponían
  de
  un
  tiempo 
  para
  anotar
  en
  el
  diario.
  A
  las
  9:30 
  marchaban
  a
  la
  playa,
  donde,
  entre 
  juegos
  y
  baños,
  transcurría
  la 
  mañana.
  Por
  la
  tarde,
  después
  de 
  un
  merecido
  descanso,
  se
  hacían 
  excursiones
  programadas
  a
  lugares 
  y
  edificios
  cercanos.
  Tras
  21
  días
  de 
  vacaciones,
  los
  niños
  regresaban
  a 
  Segovia,
  notablemente
  mejorados 
  en
  su
  estado
  de
  desarrollo
  y
  datos 
  anatómicos.
 
 
  
Memoria de la Colonia Escolar Segoviana a San
  Vicente de la Barquera en 1901 (AMSg. Sign. 993-29)
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
La
  colonia
  marítima
  de
  1902
  se
  desarrolló
  con
  las 
  mismas
  características
  y
  normalidad
  que
  la
  del
  año 
  anterior.
  Su
  financiación
  corrió
  a
  cargo
  de
  las
  entidades 
  locales
  de
  la
  provincia,
  del
  Ministerio
  de
  Instrucción 
  Pública
  y
  de
  los
  donativos
  particulares,
  aunque
  en
  esta 
  ocasión,
  no
  fueron
  suficientes
  para
  el
  establecimiento 
  de otra colonia en la sierra segoviana.
  Algunos
  de
  los
  colonos
  seleccionados,
  por 
  primera
  vez,
  procedían
  de
  los
  Establecimientos 
  Provinciales
  de
  Beneficencia
  de
  la
  Diputación 
  segoviana.
  De
  la
  colonia
  de
  1903
  cabe
  destacar
  el
  intento
  de 
  conseguir
  una
  sede
  definitiva
  para
  el
  establecimiento 
  de
  las
  colonias,
  con
  el
  fin
  de
  evitar
  que
  las
  colonias 
  fueran solo felices ensayos. 
 
 
  
Establecimientos de Beneficencia, niños en el patio,
  Convento de Santa Cruz, ca. 1920 (ADPSg. Archivo fotográfico)
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Se
  gestionó
  la
  concesión
  de
  unos
  terrenos 
  en
  la
  zona
  del
  valle
  de
  Gudillos
  y
  Cotera
  de
  León 
  donde
  poder
  construir
  un
  albergue
  de
  una
  sola 
  planta,
  con
  tres
  dormitorios
  independientes
  y 
  demás
  dependencias,
  lo
  que
  abarataría
  el
  coste 
  de
  la
  instalación
  de
  colonias
  sucesivas
  en
  la 
  sección
  carpetana.
  Y
  aunque
  la
  petición
  fue 
  apoyada
  en
  la
  prensa
  y
  por
  algunos
  insignes 
  segovianos,
  la
  idea
  no
  llegó
  a
  cuajar
  ni
  a 
  apoyarse institucionalmente.
  Tenemos
  que
  llegar
  a
  1912,
  cuando
  la
  Junta 
  de
  organización
  de
  las
  colonias
  escolares
  se 
  disolvió
  por
  no
  poder
  seguir
  funcionando
  a
  causa 
  de
  la
  falta
  de
  apoyo
  de
  la
  opinión
  pública
  de 
  Segovia.
  Triste
  fin
  de
  un
  bello
  proyecto
  que
  en 
  ningún
  caso
  debió
  estar
  sujeto
  a
  las
  variaciones 
  de la caridad y la filantropía.
 
 
  
Situación de la ciudad, ca. 1920 (ADPSg. Archivo fotográfico)
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Tras
  el
  fallido
  intento
  de
  organizar
  una
  nueva 
  colonia
  en
  1903,
  se
  abre
  una
  etapa
  de
  transición
  en
  la 
  cual,
  en
  la
  ciudad,
  que
  continúa
  sumida
  en
  un
  largo 
  período
  de
  apatía,
  surgen
  algunas
  voces,
  tímidamente 
  y
  de
  forma
  puntual,
  que
  reclaman
  el
  relanzamiento
  de 
  las
  colonias
  escolares,
  apelando
  nuevamente
  a
  la 
  caridad
  particular
  para
  su
  sustento.
  Una
  demanda
  que 
  no
  fructificó
  hasta
  1921,
  y
  aunque
  se
  había
  progresado 
  desde
  el
  punto
  de
  vista
  de
  la
  salubridad
  pública,
  la 
  ciudad
  y
  la
  provincia
  seguían
  teniendo
  grandes 
  carencias,
  además
  de
  altas
  tasas
  de
  mortalidad 
  infantil y de analfabetismo.
  En
  la
  primera
  década
  del
  siglo
  XX
  la
  prensa 
  segoviana
  recoge
  la
  necesidad
  de
  organizar
  de
  nuevo 
  las
  colonias
  escolares,
  de
  cuya
  existencia
  ya
  había 
  ejemplos
  en
  los
  primeros
  años
  del
  siglo,
  como
  hemos 
  visto, en aras del bienestar de sus habitantes:
 
 
  
“en
  bien
  de
  esos
  pequeñuelos
  en
  que
  la
  anemia,
  la
  escrófula
  y
  la 
  tuberculosis
  hacen
  inocentes
  víctimas
  de
  sus
  destructores
  y 
  perniciosos efectos”.
            Diario de Avisos, 1 de junio de 1911
  Ciertamente,
  la
  situación
  de
  Segovia,
  en
  cuanto
  a
  las 
  condiciones
  de
  habitabilidad
  de
  sus
  ciudadanos,
  era 
  penosa:
  “Esta
  famosa
  plaza
  [Plaza 
  Mayor]
  la
  
  forman
  unos
  lienzos 
  de
  casa
  derrengadas,
  todas 
  apretadas
  y
  unidas,
  cuyos 
  balcones
  de
  madera
  están
  tan 
  curvados
  y
  hacen
  tantas
  bajadas 
  y
  subidas,
  que
  parece
  que
  de
  un 
  momento
  a
  otro
  van
  a
  venirse 
  abajo”.
  (Gutiérrez
  Solana,
  J.:
  La 
  España Negra, 1920
 
 
  
Enrique Guinea. Catedral y plaza Mayor, ca. 1920 (Archivo Municipal de Vitoria)
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
El
  hecho
  más
  relevante
  en
  cuanto
  a
  la 
  organización
  resulta
  ser
  la
  elección
  del
  lugar,
  pues
  se 
  sustituyen
  las
  colonias
  marítimas
  por
  las
  de
  altura. 
  Era
  innecesario
  embarcar
  a
  los
  niños
  en
  un
  largo
  viaje 
  desde
  Segovia
  para
  trasladarlos
  al
  mar,
  cuando,
  sin 
  salir
  de
  la
  provincia,
  podrían
  instalarse,
  con
  mayor 
  ventaja
  para
  la
  salud
  de
  los
  escolares,
  en
  una
  colonia 
  de
  altura,
  aprovechando
  las
  inmejorables
  condiciones 
  de altitud, paisaje y ambiente de la sierra segoviana.
  (Memoria
  de
  la
  organización
  y
  resultados
  de
  la
  segunda 
  colonia
  escolar
  segoviana
  que
  permaneció
  en
  Navafría, 
  Segovia, desde el día 22 de julio al 14 de agosto de 1922).
  Es
  destacable
  la
  importancia
  de
  la
  coeducación 
  en
  las
  colonias
  que,
  como
  en
  la
  escuela,
  permitiría
  a 
  los
  niños
  llevar
  la
  misma
  vida
  de
  actividad
  e
  higiene, 
  desarrollándose,
  de
  este
  modo
  un
  sentimiento 
  fraternal
  que,
  sin
  duda,
  era
  el
  más
  eficaz
  colaborador 
  en
  la
  obra
  educadora
  de
  los
  maestros.
  Son
  palabras 
  de
  Ballesteros,
  quien
  destacó
  la
  intención
  del
  Obispo 
 
 
  
de
  Segovia
  de
  que
  la
  coeducación
  no
  se
  llevara
  a
  cabo,
  en 
  tanto
  “era
  pecaminosa
  esa
  convivencia
  de
  niños
  y
  niñas
  en 
  nuestra
  colonia
  escolar”
  e
  incluso
  se
  intentó
  que
  el 
  Ministerio
  de
  Instrucción
  Pública
  suprimiera
  la
  subvención 
  “si no se evitaba esa pecaminosa promiscuidad”. 
  Otro
  de
  los
  factores
  que
  destaca
  Ballesteros
  es
  lograr 
  la
  independencia
  económica
  para
  su
  sustento,
  siendo
  una 
  obligación
  de
  los
  organismos
  que
  las
  mantienen,
  sin
  tener 
  que acudir a la filantropía y la caridad de otras épocas.
  Por
  último,
  apela
  a
  la
  necesidad
  de
  contar
  con
  un 
  edificio
  propio
  para
  la
  instalación
  de
  las
  colonias,
  pues
  en 
  los
  años
  treinta
  se
  instalaron
  en
  el
  grupo
  escolar
  de
  El 
  Espinar
  con
  excelentes
  condiciones
  higiénicas
  y
  de 
  capacidad,
  pero
  esperando
  que
  en
  un
  futuro
  pudieran 
  contar
  las
  colonias
  con
  una
  digna
  mansión
  en
  las 
  posesiones del palacio de Riofrío.
  (Ballesteros
  Usano,
  A.:
  “La
  colonia
  escolar
  de
  Segovia”,
  en 
  Escuelas de España, Segovia, abril de 1931).
 
  
  
 
  
Las escuelas de El 
  Espinar, sede de 
  colonias de 1927 a 
  1930
  (Archivo de Juan 
  Pedro Velasco 
  Sayago)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
• 1921: Otur (Asturias)
  • 1922: Navafría (Segovia)
  • 1923: Casla (Segovia)
  • 1924: Prádena (Segovia)
  • 1925: El Henar (Segovia)
  • 1926: Prádena (Segovia)
  • 1927-1930: El Espinar         
                            (Segovia)
 
  
  
  
 
  
Los colonos de 1927 en El Espinar
  (Heraldo Segoviano, 21 de agosto 
  de 1927)
 
 
  
Visita de la colonia escolar de Barcelona a Segovia en 1924 (Archivo de Juan Pedro 
  Velasco Sayago)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Antonio
  Ballesteros
  Usano
  (Córdoba,
  1892-
  Ciudad
  de
  México,
  1974)
  cursó
  sus
  estudios
  en
  la 
  Escuela
  Normal
  de
  Málaga
  y
  en
  la
  Escuela
  Superior 
  del
  Magisterio
  de
  Madrid.
  En
  1917
  tomaba
  posesión 
  de
  su
  plaza
  como
  Inspector
  en
  Segovia
  hasta
  1931. 
  Desde
  ese
  puesto
  organizó
  las
  Colonias
  Escolares 
  Segovianas,
  cursos
  de
  perfeccionamiento
  para 
  maestros,
  Centros
  de
  Colaboración
  Pedagógica
  y 
  Sociedades
  de
  Amigos
  de
  la
  Escuela
  por
  toda
  la 
  provincia.
  Junto
  a
  Machado
  colocó
  la
  bandera 
  republicana
  en
  el
  Ayuntamiento
  en
  1931.
  En
  1932
  fue 
  nombrado
  Inspector
  Superior
  de
  Primera
  Enseñanza. 
  Fue
  secretario
  de
  la
  Oficina
  para
  los
  servicios
  del
  MIP 
  en
  Cataluña,
  vocal
  de
  la
  Comisión
  de
  Reforma 
  Escolar,
  miembro
  de
  la
  Comisión
  de
  Colonias, 
  Cantinas
  y
  Roperos,
  etc.
  Durante
  la
  Guerra
  Civil
  viajó 
  a
  la
  Conferencia
  Internacional
  de
  Instrucción
  Pública 
 
 
  
en
  Ginebra,
  y
  a
  la
  Unión
  Soviética
  para
  supervisar
  la 
  instalación
  de
  los
  niños
  españoles
  evacuados.
  Fue 
  nombrado
  miembro
  del
  Consejo
  Superior
  de
  Cultura. 
  Sancionado
  con
  la
  separación
  definitiva
  del
  servicio
  y 
  baja
  en
  el
  escalafón,
  se
  exilió
  en
  México
  donde 
  compartió
  su
  Magisterio
  en
  la
  Escuela
  Normal
  de 
  Pachuca,
  la
  Nacional
  de
  Maestros,
  el
  Colegio
  de 
  Pedagogía
  de
  la
  Facultad
  de
  Filosofía
  y
  Letras
  de
  la 
  UNAM, etc.
  Resulta
  de
  la
  máxima
  importancia
  en
  relación
  al 
  desarrollo
  de
  las
  colonias
  escolares
  en
  esta
  década
  la 
  conferencia
  que
  pronunció
  en
  la
  Escuela
  Normal
  de 
  Maestros
  en
  1921,
  en
  la
  que,
  entre
  otras
  cuestiones, 
  abogó
  por
  la
  creación
  de
  colonias
  escolares
  en
  la 
  provincia,
  excitando
  a
  todos
  para
  que
  en
  ese
  verano 
  saliera adelante la primera de ellas.
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Enumeró
  las
  instituciones
  que
  daban
  prestigio
  a
  las
  escuelas
  [belgas
  principalmente],
  a
  las
  comunales, 
  colonias,
  cinematógrafo;
  clases
  para
  retrasados
  y
  anormales;
  servicios
  de
  duchas,
  baños
  y
  piscina
  de
  natación; 
  servicios
  médicos
  y
  sobre
  todo
  la
  institución
  de
  Plein
  air
  que
  son
  sanatorios,
  recreos
  escolares,
  colonias
  de
  verano
  y 
  campus
  de
  experiencias
  agrícolas.
  De
  este
  modo
  -concluye-
  realizan
  aquellos
  municipios
  modelos
  la
  obra
  del 
  fortalecimiento de la raza.
 
 
  
Antonio Ballesteros, su mujer Emilia Elías y sus hijas Emilia y Encarnación, en torno a 1921-1922 (Archivo de los herederos de Antonio Ballesteros Elías)
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
La
  República
  asumió
  su
  existencia,
  pero
  le
  dio
  mayor 
  fomento
  e
  impulso
  al
  proyecto
  que,
  al
  margen
  de
  los 
  beneficios
  físicos
  reportados,
  debía
  de
  servir
  para
  reforzar 
  en
  el
  alumnado
  los
  principios
  de
  la
  educación
  moral
  y 
  social.
  Desde
  1922
  Ballesteros
  había
  trabajado
  la
  idea
  de 
  instalar
  la
  colonia
  en
  el
  palacio
  de
  Riofrío.
  Son
  innegables 
  sus
  desvelos
  en
  este
  asunto,
  en
  tanto
  a
  los
  pocos
  días
  de 
  proclamarse
  la
  República
  la
  Dirección
  General
  de
  Primera 
  Enseñanza
  recibía
  la
  petición
  del
  Inspector
  reclamando 
  para
  los
  niños
  la
  primacía
  en
  el
  derecho
  al
  disfrute
  de
  un 
  palacio
  y
  un
  bosque
  vedado
  desde
  años
  a
  las
  expansiones 
  y
  derechos
  de
  los
  niños.
  En
  esta
  ocasión
  la
  propuesta
  llegó 
  a feliz término.
  Con
  la
  marcha
  de
  Ballesteros
  de
  Segovia
  hacia
  un 
  nuevo
  destino,
  las
  últimas
  colonias
  que
  se
  organizaron 
  después
  (1932-1936)
  quedaban
  en
  buenas
  manos,
  en
  las 
  de
  un
  grupo
  de
  maestros
  formados
  en
  las
  propias
  colonias 
  segovianas
  que
  mantendrían
  la
  orientación
  educadora
  y 
 
 
  
que
  eran
  una
  garantía
  para
  el
  mantenimiento
  de
  un 
  espíritu
  libre
  de
  cualquier
  inspiración
  que
  no
  fuera
  la 
  puramente educativa y la defensa de la salud de los niños.
  Con
  la
  guerra
  civil
  y
  la
  llegada
  del
  nuevo
  régimen
  el 
  Servicio
  Nacional
  de
  Primera
  Enseñanza
  impuso
  nuevas 
  instrucciones
  para
  la
  organización
  de
  las
  colonias 
  escolares,
  donde
  el
  principio
  de
  la
  coeducación
  constituía 
  un
  “error
  pedagógico”
  y
  suponía
  un
  grave
  peligro
  de
  orden 
  moral
  incompatible
  con
  las
  normas
  educativas
  del
  Nuevo 
  Estado.
  Estas
  nuevas
  directrices
  supusieron
  la
  prohibición 
  “a
  todos
  sus
  funcionarios
  su
  colaboración 
  en
  colonias
  escolares
  organizadas
  en 
  régimen coeducativo”. 
  Las
  nuevas
  colonias,
  en
  definitiva, 
  nada
  tuvieron
  que
  ver
  en
  lo
  sucesivo
  con 
  el
  enfoque
  original
  que
  hasta
  entonces 
  habían tenido las colonias 
  segovianas.
 
 
  
Ballesteros
  Usano,
  A.:
  “La
  colonia
  escolar
  de 
  Segovia”, Escuelas de España, abril de 1931
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
La
  instalación
  de
  la
  colonia
  en
  el
  palacio
  de 
  Riofrío
  suponía
  contar
  con
  un
  lugar
  inmejorable
  por 
  su
  situación
  geográfica
  y
  proximidad
  a
  la
  capital, 
  incluso
  Ballesteros
  iba
  más
  allá
  cuando 
  manifestaba
  que
  podría
  suponer
  la
  solución
  al 
  problema
  de
  no
  contar
  la
  organización
  con
  edificio 
  propio
  para
  instalarlas,
  pues
  en
  aquellos
  momentos 
  el
  palacio
  estaba
  destinado
  a
  fábrica
  de
  industrias 
  porcinas.
  La
  Comisión
  Organizadora
  se
  desplazó
  a 
  Riofrío
  para
  lo
  organización
  de
  la
  colonia,
  cuyo 
  proyecto
  se
  llevó
  a
  efecto
  con
  la
  instalación
  de
  dos 
  colonias:
  una
  primera,
  estable,
  como
  venía
  siendo 
  habitual;
  otra,
  ambulante,
  que
  trasladaba 
  diariamente
  a
  500
  niños
  de
  ambos
  sexos
  desde
  su 
  residencia habi- tual a la colonia.
 
 
  
Comedor
  principal
  del
  Palacio
  de
  Riofrío
  que
  utilizaba
  la
  familia
  real 
  (Ahora, 2 de agosto de 1931)
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Los
  niños
  fueron
  acomodados
  en
  siete
  de
  las
  ha-
  bitaciones
  que
  servían
  de
  alojamiento
  a
  la
  familia
  Borbón 
  y
  las
  dependencias
  del
  palacio
  se
  adecuaron
  a
  la 
  presencia
  de
  los
  escolares,
  instalándose
  para
  ello
  luz 
  eléctrica,
  baños
  y
  duchas.
  Las
  comidas
  las
  realizaban
  en 
  el
  mismo
  comedor
  utilizado
  por
  la
  familia
  real
  durante
  su 
  estancia
  en
  Riofrío.
  Es
  de
  destacar
  el
  hecho
  de
  que
  en 
  esta
  ocasión
  los
  niños
  pudieron
  dormir
  entre
  las
  sábanas 
  que
  utilizaron
  los
  reyes,
  bordadas
  con
  la
  corona
  y
  las 
  iniciales AV entrelazadas.
  Además
  de
  las
  actividades
  que
  normalmente
  se 
  realizaron
  en
  colonias
  anteriores,
  como
  excursiones 
  (Navas
  de
  Riofrío,
  Revenga,
  Madrona,
  Hontoria
  y
  La 
  Losa),
  la
  visita
  de
  la
  banda
  de
  música
  La
  Popular
  o 
  sesiones
  de
  cine,
  los
  colonos
  tuvieron
  ocasión
  de
  anotar 
  en
  sus
  diarios
  las
  experiencias
  vividas,
  cantar
  canciones, 
  leyendas y romances.
  La
  trascendencia
  de
  la
  colonia
  de
  1931
  queda 
  reflejada
  en
  la
  cobertura
  que
  se
  dio
  de
  la
  misma
  en
  la 
  prensa
  nacional
  y
  en
  las
  personalidades
  que
  pasaron
  por 
  Riofrío en esos días.
 
 
  
El
  conserje
  del
  palacio,
  José
  Morante,
  haciendo
  amistad
  con
  los
  pequeños
  a
  los 
  que distrae con una charla de original camaradería (Ahora, 2 de agosto de 1931)
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
 
  
Pasados
  los
  efectos
  de
  la
  importancia
  que
  tuvo
  la 
  colonia
  de
  1931
  en
  Riofrío,
  lamentablemente
  no
  se
  puso
  en 
  marcha
  ninguna
  colonia
  en
  1932,
  a
  pesar
  de
  contar,
  al 
  menos, con el apoyo del ayuntamientode Segovia.
  En
  la
  colonia
  de
  1933,
  que
  en
  principio
  iba
  a
  tener
  su 
  sede
  en
  El
  Espinar,
  se
  consiguió
  por
  parte
  de
  la
  organización 
  un
  intercambio
  con
  el
  ayuntamiento
  de
  Santander,
  de
  tal 
  forma
  que
  un
  grupo
  de
  niños
  santanderinos
  se 
  establecieron
  en
  San
  Ildefonso.
  Para
  su
  sostenimiento 
  aportaron
  subvenciones
  el
  Ministerio
  de
  Instrucción
  Pública, 
  la
  Diputación,
  el
  ayuntamiento
  de
  Segovia
  y
  el
  Gobierno 
  Civil,
  aunque
  lamentablemente
  se
  volvió
  a
  la
  dependencia 
  de la caridad.
  Esta
  sería
  la
  última
  colonia
  organizada
  desde
  la 
  Inspección de Primera Enseñanza. 
  El
  año
  1934
  trae
  como
  novedad
  la
  organización
  de
  la 
  colonia,
  a
  través
  de
  la
  subvención
  del
  Ministerio
  de 
  Instrucción
  Pública,
  que
  pasó
  a
  la
  Diputación
  segoviana,
  y
  se 
  instaló
  en
  San
  Ildefonso,
  en
  un
  local
  habilitado
  para
  ello
  en 
  el
  Hospital
  de
  aquella
  población.
  El
  Ministerio
  de
  Instrucción 
 
 
  
también
  concedió
  subvenciones
  a
  las
  localidades
  de 
  Cantalejo
  y
  Riaza,
  aunque
  no
  hay
  constancia
  de
  su 
  realización.
  El
  mismo
  carácter
  tuvo
  la
  colonia
  de
  1935,
  con 
  niños
  del
  hospicio
  provincial,
  que
  quedó
  instalada,
  como
  en 
  el
  año
  anterior
  en
  San
  Ildefonso.
  También
  concedió
  el 
  Ministerio
  subvenciones
  para
  colonias
  a
  los
  ayuntamientos 
  de
  Riaza,
  Ribota,
  Sequera
  de
  Fresno
  y
  Corral
  de
  Ayllón. 
  Estas
  dos
  últimas
  localidades
  viajaron
  con
  los
  escolares
  a 
  Segovia, La Granja y Riofrío.
  Y
  ya
  al
  año
  siguiente,
  en
  abril
  de 
  1936,
  comenzó
  a
  gestarse
  la
  colonia 
  veraniega
  de
  escolares
  de
  la
  capital, 
  impulsada
  desde
  el
  ayuntamiento 
  capitalino,
  aunque
  en
  ese
  momento
  las 
  autoridades
  locales
  se
  mantenían 
  ajenas
  a
  lo
  que
  se
  estaba
  gestando
  en 
  la
  nación
  y
  todo
  quedó
  frustrado
  tras
  el 
  levantamiento militar del 18 de 
  julio.
 
 
  
Heraldo Segoviano. 4 de agosto de1935
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección primera
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
  
Sección segunda
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección segunda
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección tercera
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección tercera
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección tercera
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección cuarta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
  
Exposición “Las Colonias Escolares Segovianas”
 
  
 
  
Sección quinta
 
  
 